Es el momento de Ricky Rubio

La carrera de Ricard Rubio (El Masnou, 21-10-1990), conocido por todos como Ricky, ha ido siempre a toda velocidad. Aunque bien es cierto que él no ha dejado nunca de ser consciente de su vertiginoso caminar. Desde su debut en la ACB cuando todavía contaba con 14 años, el base del DKV Joventut no ha dejado de asombrar a expertos, ojeadores y aficionados por su enorme proyección. El siguiente paso en esta meteórica ascensión al estrellato está ya marcado: la NBA. Y, según afirmó este martes, debe ser esta temporada, porque ya se siente "dispuesto y preparado" para afrontar "el reto". Pero todo, menos su indudable calidad, hace que ese salto sea más complicado de lo que debiera.

A última hora del pasado lunes, el agente estadounidense del jugador, Dan Fegan, anunció que Ricky se presentaba al próximo draft de la NBA, que se celebrará el 25 de junio. Lo hizo tras reunirse con el presidente del Joventut, Jordi Villacampa, y de boca del directivo pudo escuchar que ‘La Penya’ no va a colaborar lo más mínimo para facilitar que este verano su ‘perla’ dé el salto a la mejor liga del mundo.

El problema es complejo. El jugador tiene un contrato con el DKV que expira en 2011 y que fija su cláusula de rescisión en 6 millones de euros. En caso de ser elegido en el draft, la NBA sólo permite pagar a sus franquicias un máximo de 400.000 euros por el traspaso. Es decir, los 5.600.000 euros restantes los deberá abonar Ricky de su bolsillo. "Me presento al draft porque me han dicho que puedo tener una posición muy alta. Puedo estar arriba y por eso me apunto", comentó Ricky, escasamente preocupado por la cifra de su cláusula. "Eso puede ser un impedimento pero no me inquieta porque están trabajando mis agentes".

El Joventut confirmó a este periódico que no piensan en otra negociación que la de atenerse a dicho contrato, tal y como se confirmó en una nota de prensa oficial publicada en la web del club este mismo martes. La única solución intermedia propuesta por Villacampa es convencer a Ricky para que continúe un año más en Badalona y, a cambio, rebajarle la cláusula de cara al draft de 2010. Pero esta opción, deportivamente, no es interesante para una estrella que ya ha tocado techo -con sólo 18 años- en el baloncesto FIBA. Un año más en la ACB sería una pérdida de tiempo para un jugador que necesita un reto tan grande como lo es su actual proyección.

Y si a nivel deportivo esperar a 2010 no parece lo más acertado, mucho menos lo es a nivel económico. El actual convenio colectivo de la NBA (que fija los salarios de los jugadores) será renegociado la próxima temporada. La liga estadounidense no es ajena a la crisis internacional e incluso hay franquicias que empiezan a presentar resultados económicos preocupantes. Esta temporada ha habido un descenso considerable en la asistencia de público y varias voces expertas han afirmado en los últimos meses que el actual sistema de la NBA no es rentable. Con todo esto, es muy probable que el salario que recibiría Ricky aterrizando el próximo año en EEUU sería considerablemente menor que el que conseguiría este junio.

Debe ser 'top 3' para poder pagar su cláusula

Una vez se conozca el resultado del sorteo del 19 de mayo -por el cual se ordenará a las peores franquicias de este año para que escojan en el draft- los agentes de Rubio se pondrán manos a la obra para tantear qué posibilidades reales tiene el joven base de ser ‘top 3’. Los contratos de los rookies están establecidos por la liga. Así, el número uno del draft firmará un contrato de dos años –con opción a un tercero- por el que percibirá un total de 6,65 millones de euros. El número dos, otro idéntico a cambio de 5,95 millones. Y el número tres ganaría en esos dos primeros años 5,34 millones.

Por ello, si Ricky es ‘top 3’ podrá hacer frente a la cláusula para rescindir su contrato actual, aunque esté dos años ‘viviendo’ únicamente de sus compromisos publicitarios y de sus ahorros. De esperar a 2010, puede ocurrir que el contrato que consiga sea en peores condiciones, complicando aún más su futuro. "Ningún jugador de baloncesto puede decir no a una posición alta del draft. Eso te asegura ir allí y tener un nombre. Mi agente hablará con los equipos y yo intentaré ir a por todas", aseveró el joven jugador, continuando la idea de que este es el mejor momento para marcharse a EEUU.

Este tira y afloja alrededor de la cláusula de rescisión es similar al que tuvo lugar varias temporadas seguidas entre ‘La Bomba’ Navarro y el FC Barcelona. Al final, el espectacular jugador catalán terminó recalando en 2007 en los Memphis Grizzlies de su amigo Pau Gasol para regresar al año siguiente al club blaugrana tras una temporada discreta. Y este no debe ser el caso de la mayor esperanza de nuestro baloncesto. "La ilusión y la responsabilidad de no defraudar me han dado ganas de seguir trabajando y me hacen pensar que estoy preparado para dar el salto", dijo Rubio en su comunicado de ayer.

Es el momento de Ricky. Su sorprendente madurez es la mejor garantía para que no le venga grande la NBA. Él ha hecho saber a su club que agotará todas sus posibilidades en el draft 2009, porque es consciente de que debe ser ahora cuando cruce el charco. Su amor y agradecimiento a ‘La Penya’ son innegables. Ya lo demostró el año pasado rechazando un supercontrato del Barça por cuatro temporadas aludiendo a un feo detalle que tuvo un directivo de ese club con su hermano Marc (dos años mayor que él, también canterano del Joventut y auténtica referencia de Ricky) en un torneo cadete hace unos años. Desde ese instante, tal y como él afirmo, su corazón es verdinegro.

De hecho, ayer aprovechó para agradecer al Joventut la "confianza de hacerme debutar tan joven en la ACB" y aseguró que "pase lo que pase en el futuro", siempre llevará "en el corazón" a la afición de 'La Penya'. Pero tras disputar los JJ.OO. con España, "me di cuenta de que puedo jugar contra los mejores y creo que no me estoy equivocando". Sólo quiere "cumplir el sueño de cualquier jugador".